lunes, 4 de junio de 2012

1.
No hay momento en el que no quiera bajar del camión. gritar tu nombre y esperar que el viento traiga consigo una respuesta.
Envidio al viento, cada vez que sopla puede tocar tu bello ser sin ninguna limitación, es por eso que a él seria a quien le preguntaría como es tenerte todos los días, como es tocarte sin que se vuelva algo prohibido, despeinar tu cabello y traer contigo tu aroma y una parte de tu ser.
Quiero ser el viento que puede tocar tus labios a toda hora y a todo momento.
Lo único que agradezco pero también llego a odiar del viento es que me recuerda día a día que estas tu ahí, en alguna parte, disfrutando de él sin limite alguno.